En este 2023 la firma de Woking está celebrando sus primeros 60 años de vida y dicha celebración se ha combinado con la primera década de vida del McLaren P1, el primer modelo de propulsión híbrida diseñado por la firma británica y que ha dejado a su paso un legado imposible de borrar, que culmina con el reciente desarrollo del McLaren Artura.
Presentado en el Auto Show de Ginebra de 2013, el McLaren P1 fue concebido bajo el precepto de “desarrollar el mejor automóvil del mundo tanto para conductores en la carretera como para pilotos en la pista”. Bajo este mandamiento, los ingenieros británicos trabajaron arduamente para construir un vehículo verdaderamente inolvidable.
McLaren P1 cumple diez años de vida
El apartado de la carrocería se concibió como una estructura monocasco de fibra de carbono con techo en el centro, eliminando elementos que se creyeron innecesarios para el proyecto, incluyendo el recubrimiento del suelo y el sistema de insonorización, fabricando vidrios super livianos especiales para el techo y las ventanas con un grosor de 2.4 milímetros, mientras que el parabrisas apenas alcanza los 3.2 milímetros de espesor.
Con estas especificaciones de construcción, el McLaren P1 alcanzaba un peso en vacío de apenas 3,077 libras, un peso muy ligero para su categoría. A este hay que sumarle un alerón enorme en la parte trasera de accionamiento y ajuste electrónico, que le permite alcanzar una carga de hasta 1,322 libras antes de cruzar la barrera de las 186 millas por hora, es decir, mucho antes de su velocidad tope.
Y es que, hablando de velocidad, el McLaren P1 incorporaba un bloque V8 de 3.8 litros biturbo que entregaba 727 caballos de fuerza, acoplado a un pequeño y liviano generador eléctrico que entrega 176 caballos de fuerza, por lo que el total combinado del conjunto es de 903 caballos de fuerza, con los cuales este superdeportivo firmaba un sprint de 0 a 62 mph en apenas 2.8 segundos, alcanzando las 186 mph en apenas 16.5 segundos.
Tras su presentación, se convirtió en uno de los autos más deseados en todo el mundo, pues sus 375 unidades producidas se agotaron ese mismo año, antes de llegar el mes de noviembre. La primera unidad solicitada fue pintada en color plateado Ice Silver, y entregada en el mes de septiembre del 2013. Las entregas culminaron para el mes de diciembre de 2015.
Ahora el icónico modelo británico pasará a la historia de la marca no solo como su primer híbrido producido, sino también como uno de los modelos más rápidos que hayan salido de su línea de producción, alcanzando las 186 millas por hora en 5.5 segundos.