Fue hace un año cuando Bugatti presentó al mundo el Centodieci, un superdeportivo inspirado en el EB110 de los años 90 que se construyó para celebrar el 110 aniversario de la firma francesa, tal como su antecesor, este superdeportivo se construyó para celebrar el cumpleaños número 110 de Etore Bugatti. Ahora el último de los Centodieci construidos en Molsheim ha sido entregado a su dueño.
En total Bugatti construyó 10 de estos Centodieci, todos ellos a mano, con un exterior pintado en color blanco cuarzo, acabados en fibra de carbono negra en la parte inferior de la carrocería y parrillas pintadas en color negro mate. Las pinzas de freno de cada unidad se pintaron en color Light Blue Sport, al igual que el logotipo en el alerón trasero, mismo tono que hiciera famoso el EB110 en su presentación.
Centodieci, un interior muy exclusivo
El interior del Centodieci presenta un acabado en cuero pintado en el mismo tono Light Blue Sport para los asientos, el revestimiento del techo, los paneles de las puertas, la consola central y las alfombrillas, todo elaborado en un patrón simétrico muy llamativo que se adapta al diseño moderno de su carrocería.
Al igual que el modelo de los años noventa, el motor del Centodieci es alimentado por cuatro turbos, pues concretamente equipa el bloque W16 de 8.0 litros que ha hecho tan famoso a Bugatti en esta nueva era, el cual entrega un máximo de 1,578 caballos de fuerza a las cuatro ruedas del vehículo, lo que le permite acelerar de 0 a 62 mph en 2.4 segundos, alcanzando una velocidad máxima de 236 millas por hora.
Ahora, con las 10 unidades del Centodieci entregadas a sus felices clientes, el Atelier de Molsheim se centrará en el desarrollo de los últimos Bugatti Chiron, deportivo del cual quedan menos de 100 unidades por producir para llegar al límite de 500 establecido por la marca, para seguir con la tirada de 99 ejemplares de Bugatti W16 Mistral, y las 40 del Bolide, que será un modelo únicamente para la pista.