Lo primero que pensé al ponerme al volante del Chevrolet Equinox RS 2022 es que ser SUV, mantenerse en el mercado y además, sobresalir, no es tarea sencilla.
Si, sé que los SUV no piensan (todavía…) pero tiendo -desde siempre- a “humanizar” los vehículos que manejo. Como si fueran mis amigos y tuviesen sentimientos.
No había cruzado con el Chevrolet Equinox desde 2018, cuando esta generación -la tercera- fue presentada al mercado.
Desde entonces, he tenido muchos SUV de visita en casa. Y de este seguía acordándome con afecto. El reencuentro sirvió para reconectar con esos elementos que lo pusieron en mi top-of-mind durante tanto tiempo y para probar su nuevo modelo, el RS.
Las (muchas) ventajas del Chevrolet Equinox RS 2022
Su andar es suave. Su dirección, precisa. Su cabina, cómoda. Su diseño, sencillo y práctico. Y su consumo, muy bueno: 25 mpg en la ciudad y 30 mpg en la carretera.
Este modelo, 2022, viene con un exterior que ha sido revisado y que es más estilizado, sobre todo, en este RS que se suma a la familia de los Equinox y que es el más deportivo de los modelos. Otras opciones de Equinox son los modelos LS, LT y Premier.
Mi Chevrolet Equinox RS 2022 tenía rines de aluminio de 19 pulgadas, pintados en un color oscuro; faros delanteros LED; parrilla frontal en negro brillante, con bordes en un tono que el fabricante ha llamado “negro hielo”; fascia inferior exclusiva de este nivel; rieles laterales en negro brillante y contornos -también en negro brillante- en las ventanas.
Sin duda, un estilo único y diferenciador que llama la atención de forma clara y con elegancia.
Tratándose de un SUV entre pequeño y mediano, el uso del espacio es fundamental y en el Equinox, la marca del corbatín ha hecho un muy buen trabajo.
Los asientos estándar, son en tela. Sin embargo, em mi modelo de prueba pude contar con butacas de cuero negro y pespuntes rojos.
El asiento del conductor permite ocho ajustes, incluyendo dos para la región lumbar y las dos butacas de la primera fila tienen calefacción, al igual que el volante forrado en cuero.
Nuevo en 2022, el sistema de infoentretenimiento, 3 Plus, con sistema de navegación incorporado.
Aunque la pantalla táctil estándar es de 7 pulgadas, en mi modelo de prueba tuve la de 8 pulgadas (disponible en los modelos LT, RS y Premier) con sistema de navegación y con conectividad 4G LTE WiFi que además es HD y se comunica con Alexa (Amazon).
Otro punto a favor, los dos puertos USB en la consola central y los dos, adicionales, en el área de almacenamiento frontal.
Y, no menos importante, el Chevrolet Equinox RS 2022 ofrece una capacidad máxima de carga -abatiendo los asientos posteriores- de 63.9 pies cúbicos.
Los modelos del Chevrolet Equinox
Como mencioné al inicio de la nota el Chevrolet Equinox 2022 se ofrece en cuatro niveles: LS, LT, RS y Premier.
El motor es el mismo para todos los modelos: Turbocargado, de 1,5L y cuatro cilindros. Entrega 170 hp y 203 lb-pie de torque.
La transmisión es automática, de seis velocidades y se trata de un vehículo Front-Wheel Drive (estándar) con la opción de All-Wheel Drive.
En materia de seguridad, el Chevrolet Equinox RS 2022 cuenta con sensores delanteros y traseros para maniobras de estacionamiento; señalización en los espejos retrovisores externos para maniobras de cruce; sistema de frenado de emergencia con indicador de distancia respecto al vehículo que marcha delante; sistema de detección de peatones; sistema para ayudarnos a mantenernos en el carril de manejo; sistema de monitoreo de presión de los neumáticos y gracias al paquete llamado Advance Safety, sistema de cámara con visión HD.
Además, el Chevrolet Equinox RS 2022 recibió cinco estrellas -el máximo posible- en la pruebas de choque realizadas por la NHTSA en las categorías general; choque frontal (para conductor y pasajero) y choque lateral (adelante y a tras), y cuatro estrellas en volcamientos.
El Chevrolet Equinox que tuve para la prueba fue fabricado con un 36% de piezas provenientes de Estados Unidos/Canadá, y un 40% de piezas provenientes de México. El motor y la transmisión fueron fabricados en México y el punto final de ensamblaje fue la planta de Ramos Arizpe, en México.