Es potente. Y llamativo. Muy llamativo. Es musculoso. Tiene actitud de ganador y no hay nadie que lo ignore a su paso. Es el Dodge Challenger SRT Jailbreak.
Pasó por casa para una prueba de manejo. Se quedó unos días y durante su estancia, hizo más de un amigo.
Y es que nunca me habían saludado tantos desconocidos ni me habían tocado la puerta tantos vecinos. Siempre con la misma expresión de asombro frente a un auto que no deja a nadie indiferente y que todos quieren conocer al detalle.
Mi última prueba con un Dodge Challenger fue en 2016, de modo que encontré muchos cambios pese a que este modelo forma parte de la misma generación, nacida en 2008.
Dodge Challenger SRT Jailbreak: Especial por donde se mire
Uno de esos cambios fue poder contar con el Jailbreak que incorpora un velocímetro que llega a las 220 mph, que suma defensas laterales con diseño exclusivo, control de motor de alto rendimiento y la suspensión Widebody Competition.
Esa melodía la produce un motor de alta potencia supercargado HEMI V8 de 6.2L que entrega 807 hp. Los rines son de 20 pulgadas y los frenos Brembo de seis pistones, con mordazas en color. Las de mi auto eran color naranja, pero en el Jailbreak se puede optar por seis colores diferentes.
Demás estás decirlo, ese motor ¡produce un sonido increíble!
La transmisión es TorqueFlite, automática, de ocho velocidades. Por supuesto, hay levas para los cambios tras el volante.
En el Dodge Challenger SRT Jailbreak prácticamente todo se orienta a la competición. La suspensión es un claro ejemplo. También los amortiguadores adaptativos. Ofrece Launch Control con asistencia, tomas de aire en el capó y escapes activos.
Los guardabarros agregan 3.5 pulgadas al ancho total y permiten neumáticos también más anchos, resultando en un mayor agarre, un manejo increíble y una apariencia única.
Otro detalle que contribuye esa personalidad son los faros delanteros Air-Catcher. No solo iluminan el camino, sino que permiten el paso del aire hacia el motor.
Dodge Challenger SRT Jailbreak, mucho más de lo que se espera
Por supuesto, en este punto puede que estén pensando que un auto de estas características está hecho SOLO para una pista de carreras.
Y no. No es el caso.
El Dodge Challenger es ciertamente potente e imponente. También, es cómodo. Sobre todo, si comparamos con otros musculosos en este segmento.
Sus puertas, si bien un poco pesadas, permiten un acceso fácil.
Los asientos delanteros son amplios y confortables. Tienen diseño de butaca de auto de carrera, pero son más amplios, más mullidos y por supuesto, ergonómicos.
El Jailbreak ofrece siete opciones de tela y cuero para los asientos. También, opciones de colores para los cinturones de seguridad (en mi caso, eran rojos).
La tapicería es en cuero Laguna -tonos negro y sepia en mi caso- y los pespuntes decoran los paneles laterales. Además, los asientos cuentan con ventilación.
En la segunda fila, el espacio es más reducido, pero permite que viajen pasajeros adultos, algo que no siempre ocurre en este segmento.
Como es de esperarse con un motor de estas características, no se trata de una cabina totalmente aislada de los sonidos del exterior.
El motor se ‘cuela’ en el manejo. Es una entidad presente. Y eso, forma parte del atractivo. Eso sí, no es un sonido abrumador. Permite mantener conversaciones y oír música.
Tecnología y conectividad
La integración del sistema de infoentretenimiento está a cargo de Uconnect. Pese a que no se trata de un sistema de avanzada, me gusta por lo sencillo que es su uso.
Hay conectividad estándar con Apple CarPlay y Android Auto y el sistema de audio de mi Dodge Challenger era un Harman Kardon con 18 parlantes.
Además, el Dodge Challenger SRT Jailbreak cuenta con un HotSpot 4G LTE WiFi y un volante que puede estar forrado en cuero o alcántara, con luces rojas y blancas (modelo Jailbreak).
En cuanto a la capacidad de carga el Challenger ofrece 16.2 pies cúbicos de espacio en el maletero -nada mal en este segmento- que pueden extenderse abatiendo los asientos posteriores (60/40)
Tanto el acceso como el encendido son sin llave (con clicker), hay cámara y sensores posteriores para ayudar con maniobras en reversa, sistema de navegación y puertos de conexión USB.
El Dodge Challenger se ofrece en 14 colores para el exterior y dependiendo del modelo se pueden considerar opciones para los emblemas, líneas, cálipers y asientos, entre otros elementos que permiten personalizar el vehículo y la experiencia de manejo.
De hecho, en el caso del Jailbreak, hay combinaciones posibles en más de 20 categorías. Nada mal si queremos un auto ‘a nuestra medida’.
En cuanto a la seguridad, cuenta con más de 70 sistemas entre los que se incluyen el de alerta de colisión frontal inminente, control de velocidad crucero adaptativo, sistema de alerta de monitoreo de tráfico en punto ciego y trafico posterior cruzado.
Tratándose de un vehículo musculoso, el tema del consumo de combustible es tópico de mención frecuente. El rendimiento es de 13 mpg en la ciudad y 21 mpg en la carretera.
Haciendo honor a su estirpe, el Dodge Challenger SRT Jailbreak es un musculoso que sobresale por donde pasa. No es el auto más convencional para las tareas del día a día (aunque cumple a cabalidad) y si lo es para disfrutar del placer de acelerar y sacar potencia de un motor que nació para correr y para emitir un sonido capaz de encender pasiones. Si tú buscas ese “extra” que te mueva cada fibra del cuerpo al acelerar y al frenar… ¡visita tu agencia más cercana y dale una oportunidad a este poderoso auto!