La oficina del Sheriff del condado de Cochise, en Arizona, ha estrenado su más reciente coche patrulla: un Dodge Challenger SRT Hellcat Redeye 2022, un poderoso muscle car con motor V8 sobrealimentado por compresor que ofrece una potencia de 808 caballos de fuerza y hasta 707 lb-pie de torque bajo el cofre.

De acuerdo con la información dada a conocer por los colegas de CarScoops, si bien este increíble muscle car pertenece a la oficina del sheriff del condado de Arizona, en realidad no se utilizará como un auto de policía tradicional, ni tampoco para persecuciones a alta velocidad. La oficina utilizará el auto en actividades educativas enfocadas a los más jóvenes, con el objetivo de crear conciencia sobre los peligros de las drogas, siendo parte de la unidad “'Community Outreach Unit”, de relaciones con la comunidad.

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El auto no será utilizado para labores policiales. Foto: Oficina del condado de Cochise.

Un sheriff con un auto muy poderoso

Estéticamente, la decoración del Challenger SRT Hellcat Redeye de la oficina del sheriff está basada en los colores oficiales del departamento y presenta la inscripción "Sheriff" en los laterales y en la zaga, así como el emblema del departamento en los pilares traseros. Además, cuenta con la frase "Seek Opportunities – Not Drugs" en la parte trasera, que invita a buscar oportunidades en lugar de drogas.

Aun así, no podemos negar que, en realidad, este auto sería ideal dentro del departamento como una unidad de persecuciones a alta velocidad, y es que para cualquier vehículo será difícil superar la aceleración de 0 a 62 mph en 3.5 segundos del Dodge Challenger SRT Hellcat Redeye, que además logra el cuarto de milla en 10.8 segundos y una velocidad máxima superior a las 200 millas por hora.

Con esta adición, no cabe duda de que la Oficina del Sheriff del condado de Cochise, en Arizona, Estados Unidos se coloca a la altura de otros departamentos de policía en el mundo que han añadido autos deportivos exóticos a sus filas, incluyendo modelos como el Lamborghini Huracán, el Nissan GT-R o incluso los Bugatti en Dubái.