En una de las salas del Museo Petersen, un lugar dedicado a la historia de los vehículos automotores, se llevó a cabo un evento muy especial. No se trató solo de una exhibición más de autos, sino que fue el encuentro perfecto entre la pasión italiana y la ciudad de Los Ángeles: Macchinissima III.

Este evento se llevó a cabo en el famoso museo del automovilismo, convirtiéndolo en un pedacito de Italia. Cada vehículo expuesto no solo estaba ahí para ser admirado, sino también para contar una historia épica de velocidad, belleza y talento sin límites.

A lo largo de tres años, Michael Boen no solo organizó un evento, sino que también creó una revolución en términos culturales. Su visión iba más allá de las habituales reuniones de autos y logró cultivar algo único y diferente.

Lo que comenzó como una idea para organizar un evento divertido de automóviles italianos similar al Concours de Pebble Beach, se convirtió en el evento italiano más importante en la ciudad de Los Ángeles.

Macchinissima es un evento que no solo atrae a los amantes de los autos clásicos, sino también a jóvenes que normalmente no pueden participar en concursos de elegancia debido a sus altos costos. Además de los automóviles, en este evento también se pueden disfrutar de deliciosos productos italianos como espresso, gelato, biscotti y pizza de alta calidad.

En el presente año, la exposición Macchinissima tuvo su primera ubicación en el Museo Petersen, según lo reportado por el portal de noticias Autoproyecto. Esta alianza entre ambos lugares sin duda cambia y mejora la forma en que se experimentan los eventos relacionados con automóviles en la ciudad.

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Michael Boen no organizó solo un evento: creó una revolución cultural. Foto: Ricardo Rodríguez-Long

Macchinissima: Un viaje a los tesoros que desafían la realidad

Uno de los vehículos más destacados en este evento fue el Ferrari 275 GTB perteneciente a Bruce Meyer, con un motor de cuatro levas y una carrocería pintada en el reconocido Fly Giallo. Este automóvil es mucho más que una máquina veloz, ya que también es un símbolo de la industria financiera automotriz y una pieza importante en la historia del mismo.

Uno de los coches que realmente me fascina es el Iso Bizzarrini A3/C Competition del año 1965, el cual tuve la fortuna de manejar hace veinticinco años. Fue diseñado por Giotto Bizzarrini, quien también estuvo detrás del icónico Ferrari 250 GTO, y fue creado para competir en las carreras de Le Mans. Y logró su objetivo, ya que los pilotos Fraissinet y S. de Mortemart ganaron su clase en la categoría de hasta cinco litros.

Con un motor de carreras Chevrolet 327 V8, demostró que el fervor por los automóviles italianos también podía ser impulsado por un corazón estadounidense. Se crearon varias ediciones para uso en la carretera basadas en este modelo, las cuales hoy son altamente deseables.

Al estar junto a la Ferrari Pinin, sentí un escalofrío recorrerme. Esta obra de arte fue diseñada en 1980 por Pininfarina para conmemorar el 50 aniversario de su estudio.

Enzo Ferrari en su momento evaluó la posibilidad de producirla, pero finalmente decidió descartar el proyecto, convirtiéndola en el primer automóvil de cuatro puertas de la marca Ferrari. Actualmente, además de tener un alto valor económico, esta pieza es considerada una parte importante e invaluable de la historia del automovilismo.

Durante la evolución de la marca, también se presentaron modelos modernos como el Ferrari F80 que simbolizaba el avance tecnológico, el 12 Cilindri que mantenía la tradición de los motores atmosféricos y el SF90 XX Stradale que demostraba que la incorporación de tecnología híbrida no afectaba la esencia de Ferrari, sino que aumentaba su potencia.

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En esta exhibición no solo hay coches, también hay motos. Foto: Ricardo Rodríguez-Long

**El legado de diseño italiano: Alfa Romeo y Lancia en la historia del automovilismo**

Durante mi experiencia en un evento de Alfa Romeo, pude ver una gran variedad de modelos históricos como la Giulia, Giulietta, Bertone y Sprint. Sin embargo, dos en particular llamaron mi atención: una Junior Zagato y una Giulia TZ. Estos vehículos son un ejemplo perfecto de la combinación entre diseño vanguardista y tecnología de competición. La Giulia TZ, con su estructura tubular y su carrocería creada por Bertone, no solo era considerada hermosa en su época, sino que también tenía un coeficiente aerodinámico insuperable durante décadas.

La presencia de Lancia en el evento fue muy destacada. Dos modelos Fulvia y uno Flaminia 3C llamaron la atención por ser considerados como unos de los autos más fascinantes del evento. El Appia de cuatro puertas, con su motor V4, recordaba a las berlinas italianas de la década de 1950. Y la Flaminia Berlina 2.8L bicolor, que contaba con un limpiaparabrisas trasero, me hizo sonreír al verla.

Durante un evento donde se reunieron diversos autos deportivos, los Lamborghini dejaron claro por qué fueron considerados los primeros "exóticos". Aunque fueran de diferentes años o modelos, siguen siendo asociados con la velocidad extrema. También se pudo ver un DeTomaso Pantera, una coupé que cuenta con motor V8 de Ford y diseño italiano creado por Ghia, el cual sigue siendo muy comentado desde su lanzamiento en 1972.

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Modelos clásicos y modernos. Foto: Ricardo Rodríguez-Long

Motocicletas: Rugido de competición - La pasión sobre dos ruedas

La exhibición también incluyó motocicletas, entre ellas las Ducati que se destacan por su sonido único gracias a su embrague seco. También estuvieron presentes las Lambretta y MV Agusta, demostrando la diversidad en diseño de Italia en el mundo de las dos ruedas. Una Laverda en particular me llamó la atención por su larga historia y tradición en el mundo de las motos.

El evento fue una combinación emocionante de máquinas italianas de diferentes épocas. Mike B fue felicitado por su arduo trabajo en hacer que este encuentro fuera algo verdaderamente único.

La parte más emotiva fue protagonizada por Gino Londi, un experto en restauración:

"Durante los años 60, estuve trabajando en mi taller reparando algunos de estos vehículos que ahora son considerados como clásicos. Al verlos aquí en exhibición, traigo a mi memoria muchos recuerdos".

Sus palabras son el eco auténtico de quien no solo observa la historia: la ha vivido con sus propias manos.

Macchinissima fue un evento que prometía ser diferente a los tradicionales concursos de golf, con un toque de italianidad y atrayendo a personas de todas las edades. En mi opinión, superó ampliamente cualquier expectativa que tenía al respecto.

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Macchinissima se posiciona como la fusión perfecta entre la cultura automovilística de LA, la pasión visual del diseño italiano y la elegancia de Beverly Hills. Foto: Ricardo Rodríguez-Long

Más allá de las monedas: Valores que Trascienden el Dinero

En Macchinissima no se centran en los costos. A pesar de que en conjunto representan millones de dólares, lo importante es la experiencia: una inversión emocional de gran valor. Estar rodeado de un concepto automotriz perfecto, que fue el origen de toda una generación, es invaluable. Desde sus inicios, los italianos han incorporado una dosis única de pasión en todo lo que crean con ruedas.

La marca Macchinissima ha logrado combinar de manera ideal la cultura de los automóviles en Los Ángeles, el estilo visual del diseño italiano y la sofisticación de Beverly Hills.

Para aquellos que son apasionados de la música, fue una experiencia casi espiritual recorrer décadas de excelencia. Y para los jóvenes que tienen curiosidad, fue como una puerta abierta a un mundo donde cada detalle, cada forma y cada sonido tienen un significado profundo.

La actitud de los propietarios era muy positiva y se notaba en todo momento. El ambiente de inclusión estaba presente en cada parte, acogiendo tanto al dueño de un Ferrari con grandes riquezas como a un entusiasta de un Fiat 500 clásico.

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La energía de los propietarios era contagiosa. Foto: Ricardo Rodríguez-Long

En palabras de los organizadores: La visión detrás del evento

Según palabras de Mike B., meses de esfuerzo y preparación llegaron a su fin con un espectáculo único. El público comprendió que su único objetivo era compartir ese momento con ellos.

En un contexto de constante avance tecnológico en el mundo automotriz, la exposición Macchinissima en el Petersen nos invita a recordar que la verdadera esencia de los autos se encuentra en la conexión emocional que tienen con nosotros, en las historias que cada vehículo lleva consigo y en la pasión que se transmite a través de las generaciones.

La marca Macchinissima siempre estará presente en nuestros recuerdos, recordándonos que la verdadera velocidad no se mide solo en kilómetros por hora, sino que se siente en el corazón, se experimenta en el momento y se celebra junto a los demás.

Reserven la fecha en sus agendas lo antes posible.