Recientemente, la Administración Biden comunicó las actualizaciones en las normas de contaminación que habían sido anticipadas. Aunque son rigurosas, no alcanzan el nivel de severidad que había sido propuesto originalmente por la Agencia de Protección Ambiental (EPA).
Las normas recientes han establecido que para el año 2032 se debe reducir aproximadamente el 50% de las emisiones de gases de efecto invernadero producidas por automóviles y camiones de pasajeros. Además, se buscará disminuir significativamente las partículas finas que causan smog. Estas nuevas reglas reemplazan la propuesta anterior, la cual buscaba cambios más rápidos para el 2027 y una reducción del 67% en emisiones de CO₂ para 2032 por parte de los fabricantes de automóviles.
Aunque la regla final se ha relajado un poco, seguirá teniendo un impacto en las ofertas de las marcas de automóviles en los próximos años. La Agencia de Protección Ambiental (EPA) había establecido un objetivo inicial para que dos tercios de las ventas de automóviles nuevos fueran eléctricos para el año 2032, pero esta meta ha sido muy criticada por fabricantes y sindicatos de automóviles, quienes la consideran poco razonable y poco factible.
La última propuesta presentada hace algunas horas cumple en gran medida con las solicitudes previas, lo que se alinea más con los objetivos iniciales de Biden de alcanzar un 50% de ventas de vehículos eléctricos enchufables para el año 2030.
Las nuevas reglas de emisiones de la EPA: ¿qué significan para el medio ambiente?
De acuerdo a las nuevas normativas, no hay una especificación sobre cómo deben ser aplicadas. Por lo tanto, los fabricantes de vehículos todavía tienen la posibilidad de vender cualquier tipo de motor siempre y cuando cumplan con los requisitos de emisiones establecidos.
No obstante, para cumplir con estas nuevas regulaciones de emisiones, es muy probable que las ventas de vehículos eléctricos e híbridos deban superar el porcentaje actual de venta de autos eléctricos nuevos, que se encuentra en un 7.6%. Según la EPA, con esta normativa final, se estima que del 30 al 56% de los nuevos autos serán eléctricos para el año 2032, dependiendo de las decisiones que tomen los fabricantes de automóviles en cuanto a su implementación.
A pesar de que los fabricantes de automóviles han aceptado bien las regulaciones finales, estas no han sido bien recibidas por los oponentes políticos de Biden. Trump, quien es expresidente y actual candidato presidencial, ha criticado con fuerza y en repetidas ocasiones la política ambiental y de vehículos eléctricos propuesta por Biden. Además, las compañías petroleras también se encuentran insatisfechas con los planes de la EPA, alegando que son una forma encubierta de prohibir los automóviles a gasolina.
Además, el mandatario se encuentra bajo presión por parte de la facción izquierdista. Un gran número de legisladores de Estados Unidos han manifestado su respaldo a la consolidación de regulaciones más estrictas en lugar de relajarlas para beneficiar a la industria automotriz.
En el pasado, se hicieron cambios más estrictos en estas regulaciones durante la presidencia de Obama, pero luego fueron revocados durante el mandato de Trump y reinstaurados durante la administración de Biden. Por lo tanto, el resultado de las elecciones presidenciales de 2024 probablemente determinará cuánto tiempo durarán estas nuevas regulaciones antes de que sean implementadas.