La familia Suque Mateu, relacionada con la marca Hispano Suiza, siempre ha podido planificar su futuro y expansión con estilo e imaginación. Con sede en la ciudad de Barcelona, Cataluña (España), famosa por ser una de las ciudades más trend-setters de Europa, este grupo de familiares emprendedores ha ayudado a definir lo que hoy llamamos Haute Couture.
Los inicios de Hispano Suiza
En 1904 Damian Mateu, un próspero financiero, puso en marcha una empresa de automóviles para fabricar los vehículos más fiables y lujosos para una exigente nueva ola de empresarios industriales. Con este fin, se asoció con un brillante ingeniero suizo, Marc Birkigt, para crear tales automóviles. Sus nacionalidades dieron nombre a la marca Hispano-Suiza.
La primera planta de fabricación se localizó en Barcelona, y el rey español Alfonso XIII aprobó y apoyó sus carros. En la década de 1920, los vehículos Hispano Suiza estaban a la par con Bugatti, Rolls-Royce e Isotta Fraschini. El poder y la elegancia de los autos Hispano Suiza antiguos son ahora altamente elogiados y conservados en las colecciones de autos más exclusivas del mundo.
En 1923 la familia compró el Castillo de Peralada e inició su negocio de vinos y cavas. Más tarde abrieron el primer casino de Cataluña. Hoy, el Grupo Peralada ha ampliado su interés empresarial para satisfacer la necesidad de cultura y ocio de las élites mundiales. Una de las empresas europeas más exitosas combina viejas tradiciones con las últimas tecnologías. El grupo también tiene una biblioteca de más de 100,000 libros antiguos, una galería de arte, un museo del vino, un teatro, un campo de golf y organiza un festival anual de cultura que incluye música, danzas y arte.
Hispano Suiza ya rueda en Estados Unidos
Así que no es de extrañar que Carmen Mateu, en los años 70, quisiera recuperar la producción de automóviles. Además de carros de lujo, Hispano Suiza fabricó camiones, autobuses y motores de avión en ese sector. Todo ese legado necesitaba volver. Se ha tardado algunos años, pero el nuevo coupé lleva el nombre de Carmen, en honor al deseo de la señora, y ya rueda por las calles de Los Ángeles. El hipercoche Hispano Suiza Boulogne no se parece a ningún otro carro del mundo.
Sergio Martínez Campos, director ejecutivo de la división de autos, me dijo: "Es un honor traer el auto de vuelta. Y nos han dado los recursos para construir algo especial". Y esto comienza con el nombre; Boulogne fue la ciudad donde Hispano Suiza ganó una carrera. El automóvil entra en el segmento de los hiperautos exóticos, lo que significa un bólido de rendimiento impresionante y producción limitada. El nuevo Hispano Suiza es un coche eléctrico con una batería de 80 kWh, 700 voltios y mil caballos de fuerza. Cuatro motores eléctricos AC están en la parte trasera del automóvil para catapultar esta bella escultura como un avión que despega de un portaaviones.
El interior está hecho a mano con las mejores pieles y hecho a medida según los deseos del propietario. “La calidad de la artesanía es esencial para nosotros. Difícil de hacer ya que los artistas de la marroquinería son pocos en el mundo de hoy”, dijo Martínez Campos. El panel de instrumentos digital casi cobra vida a través de la innovación tecnológica de alta gama. El ambiente es de lujo y calidad que se puede sentir al tacto.
El exterior es audaz y futurista. Basado en el Hispano Suiza Dubonnet Xenia de los años 30, un coche sin igual y que revolucionó el diseño exterior de la época. El flujo aerodinámico es visible a primera vista, y el auto parece estar rodando cuando se lo ve detenido. Fabricado en fibra de carbono, es ligero y extrafuerte. El cuidado extremo de fabricación asegura que cada panel esté perfecto antes de entrar en el autoclave. Las ruedas también son únicas. “La tecnología de los neumáticos nos limita”, dijo Martínez Campos. "Podemos hacer el carro más veloz, pero los neumáticos no resistirían".
Eric Graciano, director de Desarrollo de Negocios, comentó: “Este Carmen es el comienzo de una nueva línea de automóviles Hispano Suiza. Además de lo que ven, estamos trabajando en nuevos desarrollos en trenes de potencia que serán revolucionarios”.
“Lo mejor es que tenemos libertad para ir más allá y continuar con el legado de alta calidad e innovación que distinguió a nuestros autos en el pasado. Ahora lo haremos de nuevo". Judith Aldabo, también de la firma barcelonesa, aportó otra perspectiva. Mencionó lo importante que es para la empresa incorporar los aspectos culturales, el carácter y la moda de Barcelona en la escultura rodante. El automóvil debe transmitir la sensación de ser único más allá de las capacidades de potencia.
El Carmen Boulogne es algo excepcional a muchos niveles. Integración completa de tecnología, materiales y espíritu. Como un cigüeñal en vuelo, transmite asombro, gracia y ternura. Algo que te hace detenerte y disfrutar con todos tus sentidos.