El Pagani Huayra R es un auto especial, un hiperauto creado para exaltarse en la pista. Pero también tiene un pequeño gran extra: su sonido proveniente del motor V12 naturalmente aspirado. Tres de estos Huayra R visitaron la legendaria pista de Monza para el placer de los oídos de todos.

Monza es el templo de la velocidad, por ese pavimento han corrido coches especiales a lo largo de más de un siglo de historia. Esta vez, sin embargo, la pista de carreras fue visitada por un automóvil con un sonido tan sinfónico que ciertamente dejó su huella. El Pagani Huayra R es producido en edición limitada y creado para otorgar la máxima emoción en pista.

Recuerdos de una época

El sonido que emite este Pagani es verdaderamente único y en camino a la extinción. El motor que grita armoniza maravillosamente con el estruendo característico de una caja de cambios. Cada cambio se marca con una explosión antes de que el procedimiento comience de nuevo. Sin duda música celestial para los amantes del grito de los motores, un recuerdo especial para quienes vivieron la época máxima de la Fórmula.

Pagani Huayra R

El V12 atmosférico produce 838 hp y gira hasta las 9,000 rpm. Foto: Pagani

Si no conoces mucho sobre el auto, con gusto te presento sus especificaciones. El motor responsable de producir esos sonidos celestiales es un V12 de aspiración natural de 6.0 litros de origen AMG- Cuenta con una línea roja de 9,000 rpm (corta en comparación a otros), que produce 838 hp y 553 lb-pie de par motor. Las prestaciones son absolutamente de competición y acompañadas de tal sonido, se mejoran aún más.

Pagani Huayra R, más que números

A pesar de ser la tendencia de hoy, los números no deben de ser el juez principal del Pagani Huayra R (o similares). El sprint de 0 a 62 mph o la velocidad máxima de este coche no son su principal objetivo, sino que radica en las ganas de asombrar y emocionar. El tiempo de vuelta, el cronómetro son una referencia, pero lo que importa es la experiencia de conducción. Su capacidad para girar rápidamente en una pista es evidente para todos, pero lo que no se puede explicar de este Pagani es su total envolvimiento con el conductor.