Si bien la presión ideal de aire de todos los neumáticos en el mercado suele oscilar entre los 2 y los 2.5 bares (29 a 36 psi), utilizar la presión ideal recomendada por el fabricante para tu auto en específico es una tarea muy importante, pues esto nos permitirá maximizar la eficiencia y seguridad al viajar a bordo de nuestro vehículo.
Verificar y mantener en niveles óptimos la presión de los neumáticos de nuestro vehículo es una de las tareas más sencillas de realizar en el mantenimiento preventivo del mismo, pero también una de las que más solemos olvidar por no considerarla realmente relevante en la conducción, sin embargo, el no utilizar la presión adecuada para nuestro auto puede traer riesgos importantes que podemos evitar, sobre todo si planeamos salir a carretera.
Es por esto que verificar la presión recomendada por el fabricante para nuestro auto dándole una ojeada al manual de usuario, nos puede ayudar de manera importante a evitar un desgaste irregular del vehículo, mejorar las distancias de frenado, y evitar un desgaste irregular en los neumáticos, sobre todo si para inflarlos preferimos el nitrógeno antes que el aire regular.
Al utilizar una presión mayor en los neumáticos que la recomendada por el fabricante, el confort para los pasajeros se vería muy mermado, dando un trayecto mucho más duro en todas las plazas al eliminar la capacidad de absorción de impactos de las ruedas. El desgaste del neumático se daría de una manera irregular, entregando mayor desgaste en la zona central de los cauchos, haciendo que el dibujo en esta parte se pierda más rápidamente, y entregando distancias de frenado muy elevadas y poca estabilidad al manejar, por la falta de contacto del neumático con el asfalto.
Tips para conocer la presión que deben llevar los neumáticos de tu auto
Si decidimos usar una presión menor a la recomendada los efectos para nuestros neumáticos pueden ser desastrosos. De inicio la conducción se volverá mucho más difícil, dando una dirección más pesada de lo normal y entregando menor control y capacidad de maniobra. Las distancias de frenado también se verían afectadas y correríamos gran riesgo de sufrir aquaplaning sobre el asfalto mojado, lo que maximiza la probabilidad de sufrir un accidente en la carretera. A todo lo anterior habría que sumar, además, un mayor consumo de combustible, mayor desgaste en los costados de los neumáticos y deformaciones irreparables en los mismos, aumentando el riesgo de que puedan explotar si la temperatura es muy alta.
Al mantener la presión ideal de neumáticos, el cambio más inmediato que vamos a notar es el confort de manejo a bordo de la cabina, pues todas las plazas gozarán de mayor comodidad gracias a que la capacidad de absorción de impactos de las ruedas al pasar sobre baches o irregularidades se vería muy beneficiada. Esto sucede porque el área de contacto mejora y por consiguiente el agarre al asfalto también es mejor, evitando desgaste irregular del dibujo y la estructura de la goma, dando como resultado menores distancias de frenado en el día a día.
Aunque prácticamente todos los vehículos que están en el mercado tienen como estándar una presión de aire en sus neumáticos de entre 2 y 2.5 bares (29 a 36 libras por pulgada cuadrada), es importante conocer la presión ideal para los neumáticos de tu vehículo. Para conocer esta información de primera mano, puedes encontrarla en el manual de usuario de tu vehículo, o bien en una pegatina ubicada cerca de la puerta del conductor de tu vehículo o en la parte posterior de la tapa del depósito de combustible.
Ahora ya no tienes excusas para evitar circular con una presión inadecuada en los neumáticos de tu vehículo, pues recuerda que no solo estás poniendo en riesgo tu integridad física, sino también la de tu bolsillo, pues el consumo de combustible y el desgaste de los neumáticos se maximiza con estas prácticas, lo que solo da como resultados gastos innecesarios que bien podrías evitar fácilmente con estar atento a este pequeño problema.