La pregunta que surge es si la Rolls-Royce Cullinan necesitaba más protagonismo, y Mansory decidió que sí. Esta compañía de tuning alemana ha vuelto a modificar la SUV británica de lujo para lanzar la Mansory Cullinan II, un vehículo que combina detalles agresivos con un refinamiento clásico.
Aunque el Rolls-Royce Cullinan ha sido modificado en varias ocasiones, es imposible no notar la gran diferencia entre su propósito original y lo que presenta Mansory. La carrocería ha sido cubierta con un kit que incluye piezas de fibra de carbono forjada, como tomas de aire más grandes, un splitter, faldones laterales, difusor y alerones. Estos cambios dan la sensación de que el vehículo está listo para una carrera en lugar de un paseo por Harrod's.

La fibra de carbono: ¿Exceso o lujo en el diseño moderno?
Los elementos de carbono no cumplen una función específica en este modelo, sino que están presentes principalmente con fines estéticos. Desde el cofre hasta los pasos de rueda y los aditamentos aerodinámicos, la Mansory Cullinan II parece más un prototipo de exhibición que un vehículo destinado para su uso en la calle. Incluso las salidas de escape ubicadas en el centro contribuyen a esta percepción.
A pesar de ello, el uso de una pintura oscura logra ocultar los detalles excesivos de este vehículo, aunque también se puede solicitar en otros colores. En general, el resultado es más serio de lo que podría haber sido si se hubiera utilizado una paleta de colores más llamativa. Incluso los rines y la suspensión rebajada tienen un aspecto agresivo que algunos podrían considerar bien logrado siempre y cuando se ignoren las adiciones innecesarias.

El interior es otra historia: Descubriendo la esencia oculta de nuestros espacios
Lo que más destaca en la Mansory Cullinan II es su interior, ya que se puede elegir entre cuero burdeos o marrón con costuras en forma de diamante y ribetes blancos. Este ambiente retro recuerda a los autos clásicos europeos o puede ser visto como una versión creada por Carlex. Además, cuenta con un volante personalizado y detalles en carbone, lo que crea un espacio llamativo aunque no del todo elegante.
Sin embargo, los detalles cuestionables de Mansory no podían faltar. Asientos y puertas con logotipos iluminados y molduras que incluso podrían rozar lo kitsch. A pesar de esto, se puede justificar más fácilmente la apariencia de la cabina que la del exterior del vehículo.

Potencia sin Confirmar: Explorando los Antecedentes que Podrían Respaldarla
Aunque Mansory no ha confirmado si el motor V12 biturbo de 6.75 litros ha sido modificado en este modelo, se sabe que en otros proyectos similares han logrado aumentar la potencia a 720 hp y 774 lb/ft de torque. En comparación, el Cullinan estándar tiene una potencia de 562 hp y 627 lb/ft, mientras que la versión Black Badge alcanza los 592 hp y 664 lb/ft. Ambas opciones logran una aceleración de 0 a 62 mph (100 km/h) en un poco más de cuatro segundos.
A pesar de todo, el objetivo principal al adquirir una Rolls-Royce como esta no es la velocidad. Sin embargo, si se hubiera mejorado el motor, podría acercarse más al rendimiento de un vehículo deportivo de lujo que al de un SUV tradicional.
Mansory Cullinan II: Un ícono de lujo en el mundo automotriz
El vehículo Mansory Cullinan II no es para todos ya que se trata de una provocación en forma de auto. Mientras que algunos lo consideran una muestra innecesaria de fibra de carbono, otros lo ven como una rareza sin precedentes, mostrando un tipo de exclusividad basada en la audacia más que en la elegancia.