La industria automotriz no es solo acerca de potencia y diseño, sino que ahora está estrechamente vinculada con la economía global. Esto se ha visto reflejado en los aranceles impuestos por el gobierno de EE. UU. que están afectando a esta industria. Para el año 2025 se espera una disminución del 2% en la producción mundial de vehículos, lo que equivale a 1.55 millones de unidades menos que en el año anterior.

Aunque la cantidad puede parecer moderada, el impacto está creciendo rápidamente. Este es el segundo año consecutivo en que la producción ha disminuido después de una caída en el 2024 debido a problemas de cumplimiento en Japón. Sin embargo, esta vez la desaceleración se debe a tensiones comerciales y no a problemas internos.

Aranceles
Se espera una baja del 9% en la producción de vehículos en Norteamérica y una caída del 3% en las ventas dentro de EE.UU.
Foto: BMW

Aranceles en Norteamérica: Un Análisis de su Impacto Económico

Un gran porcentaje de los vehículos nuevos que se venden en Estados Unidos son importados, alrededor del 50%. Además, gran parte de sus piezas y componentes necesarios para su funcionamiento, como baterías y sistemas electrónicos, también provienen del extranjero. Esta dependencia de productos importados hace que el sistema esté en riesgo ante posibles aranceles adicionales.

Con estos datos, se estima que la fabricación de autos en América del Norte sufrirá una disminución del 9% para el año 2025. Las ventas también se verán afectadas, con una posible reducción del 3% en Estados Unidos. Esto resultará en menos disponibilidad de autos y, posiblemente, precios más elevados.

Los envíos marítimos de contenedores hacia EE.UU. han disminuido considerablemente, especialmente desde China. Foto: Honda

Marcas que se Adaptan: Estrategias de Éxito en Tiempos de Cambio

Diversas compañías de automóviles han decidido detener sus exportaciones hacia Estados Unidos. Por ejemplo, Audi y Jaguar Land Rover están en proceso de vender su inventario existente en el país y no enviarán nuevos modelos. Además, Mercedes-Benz ha retirado su pronóstico de ganancias anual debido a la inseguridad del mercado.

Sin embargo, algunas empresas han decidido comenzar a producir en el mercado local. Volvo acaba de anunciar que fabricará un segundo modelo en Estados Unidos, posiblemente el XC60 o el XC90. Honda también planea trasladar su producción del Civic híbrido a Estados Unidos. Además, Mercedes-Benz tiene planes para aumentar su capacidad de producción en el país. Sin embargo, estas medidas tomarán tiempo y los efectos actuales ya son evidentes.

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La implementación de aranceles tiene un impacto que no se limita solo a los autos nuevos. De hecho, las reservas de envíos en contenedores marítimos hacia Estados Unidos han disminuido en un 22.4% en comparación con el año anterior, y en un 45% para aquellos provenientes de China. Esto ha generado una desaceleración en diversas industrias y claramente refleja la preocupación existente en la cadena de suministro.

Aranceles
Algunas marcas, como Volvo y Honda, están trasladando o ampliando su producción en EE.UU., pero los resultados tomarán años.
Foto: Volvo

En Japón, Mazda ha tomado medidas debido a las consecuencias que han surgido. Se están ofreciendo paquetes de retiro voluntario a cientos de empleados en sus fábricas en el país. Dado que los vehículos representan una gran parte de las exportaciones japonesas hacia EE. UU., cualquier modificación en esta relación tiene un impacto directo en la economía.

El Valor Oculto de Producir Local: Más Allá del Precio

Mantener la producción dentro del país es una de las estrategias principales para el gobierno de Estados Unidos. Sin embargo, construir automóviles en este país no siempre es más rentable, ya que los costos laborales son mayores en comparación con otras regiones, lo que podría tener como consecuencia precios elevados para los compradores.

Cerca del 50% de los autos nuevos vendidos en EE.UU. son importados, junto con una gran parte de sus componentes.
Foto: Mercedes-Benz

Sin embargo, hay un reto técnico pendiente: algunos elementos especializados, como los semiconductores, los metales raros y los sistemas de baterías, todavía se obtienen principalmente de Asia. Según un alto cargo de Tesla, el objetivo de regionalizar por completo estos suministros en Estados Unidos es poco viable, al menos en este momento.