Rolls-Royce presentó su nueva y exclusiva colección privada Black Badge Cullinan Blue Shadow, que explora la belleza y el misterio del espacio. Para esta creación única, los diseñadores de la marca británica se inspiraron en la Línea de Kármán, el límite invisible a 62 millas sobre la superficie de la Tierra, donde la atmósfera de nuestro planeta termina y comienza el espacio exterior.
El extraordinario y brillante exterior pintado a medida en "Stardust Blue" captura el color azul profundo de las capas superiores de la atmósfera terrestre. El acabado de las tejas térmicas, utilizadas para proteger a los transbordadores espaciales de reentrada atmosférica se recuerda en el contorno de la parrilla satinada y en los insertos de las defensas.
Rolls-Royce Black Badge Cullinan Blue Shadow, mucho más que un modelo especial
Siguiendo los materiales utilizados en las naves espaciales, la “Spirit of Ecstasy” se creó utilizando técnicas de impresión 3D en titanio y se cubrió con una fina capa de laca de tono azul que agrega iridiscencia al tiempo que revela la textura del titanio. El logotipo Black Badge y el nombre "Blue Shadow" de la colección privada están grabados en la base de la “Spirit of Ecstasy” y rellenados con azul Charles.
El panel de instrumentos retoma un característico tono azul que puede verse justo en la línea de Kármán, donde el borde visible de la atmósfera terrestre se funde con la oscuridad del espacio. Este tono se creó utilizando seis capas de pintura, combinando cinco tonos diferentes de azul con un tono negro especial para producir un efecto tridimensional. El toque final es una capa de recubrimiento transparente que incorpora partículas de vidrio azul y transparente para agregar mayor profundidad y brillo. El panel de instrumentos se completa con un reloj a medida, que presenta detalles anodizados en azul claro y grabado "Blue Shadow".
Además, Rolls-Royce incluyó un intrincado bordado de la Luna, rodeado de una serie de "estrellas” que representa la superficie del satélite natural de nuestro planeta con su multitud de cráteres en tres dimensiones, el bordado incorpora cinco colores diferentes de hilo, cada uno aplicado con una técnica diferente para producir una textura distintiva. En total, el bordado está compuesto por 250,000 puntadas separadas, un proceso que lleva dos días completos para finalizar, y que se acompaña con el ya clásico techo de cabina “Starlight Headliner” con 1,183 luces que representan a las estrellas, 799 blancas y 384 azules.
Además, por primera vez en Rolls-Royce, los asientos delanteros y traseros cuentan con una tapicería especial, perforada, inspirada en la vista de la Tierra desde el espacio. Formado por una multitud de pequeñas perforaciones en el cuero, el patrón evoca la impresión de nubes orgánicas y siempre cambiantes que giran sobre los continentes y océanos.
El Rolls-Royce Black Badge Cullinan Blue Shadow estará disponible únicamente a través de las oficinas privadas de la marca y su producción estará limitada a solo 62 ejemplares en todo el mundo, uno por cada milla desde la Tierra hasta la Línea de Kármán.