Han pasado ya 20 años desde que Volkswagen presentó al mundo su primer vehículo con motor W12 y que con él rompiera siete marcas de velocidad en el mítico circuito de Nardò, en Italia, lamentablemente el Volkswagen W12 nunca llegó a producción, aunque sentó las bases para lo que sería en el futuro el Bugatti Veyron.
Corría el año de 1997 cuando por primera vez, en el Auto Show de Tokio, la marca con sede en Wolfsburg sorprendió al mundo con su primer auto prototipo funcional por un motor “W”, concretamente un bloque W12 de 5.6 litros, que entregaba 414 caballos de fuerza.
En detalle, un motor W resulta de la combinación de dos motores VR6 de la firma germana y para su tiempo fue una de las ideas más innovadoras del mercado automotriz, tanto que el auto más rápido del mundo en su tiempo, el Bugatti Veyron, montaba detrás de los asientos un motor W16 con cuatro turbos que generaba más de 1000 caballos de fuerza.
Volkswagen W12, un auto innovador en muchos aspectos
Pero volviendo al Volkswagen W12 Concept Coupe, su motor era tan innovador en 1997 como su estética atlética y muy aerodinámica, concebida por el aclamado diseñador Giorgetto Giugiaro de ItalDesign,
Los 414 caballos de fuerza de este superdeportivo se transmitían directamente a las cuatro ruedas del vehículo a través del moderno (para 1997) sistema de tracción integral Volkswagen Total Syncro, que se apoyaba en sistema de transmisor secuencial de seis velocidades, al estilo de los monoplaza de Fórmula 1 de aquella época.
Aquel primer concepto ya era en sí mismo sumamente llamativo, sobre todo porque su lanzamiento rompió por completo aquel estereotipo de Volkswagen que encasillaba únicamente como fabricante de modelos familiares, sentando un precedente y marcando el inicio de un concepto que evolucionó rápidamente.
En 1998 Volkswagen se presentó en Ginebra con una versión renovada y descapotable de su concepto superdeportivo, al cual presentaron como W12 Roadster, pero no fue sino hasta el 2001 que Volkswagen saco al W12 de las salas de exhibición para intentar batir un récord mundial de velocidad.
Fue así como la marca germana llegó a Nardò, en Italia, con una versión mejorada del W12 Concept Coupe, que montaba un renovado motor W12 de seis litros que entregaba ahora 591 caballos de fuerza que, junto a su peso de tan solo 2,645 libras, le permite al modelo acelerar de 0 a 62 mph en tan solo 3.5 segundos.
En ese primer intento, Volkswagen logró quedarse con la anhelada presea por el récord del auto más rápido de mundo, al recorrer un total de 2.73 kilómetros a una velocidad promedio de 183.5 millas por hora (295 kilómetros por hora).
No habían pasado ni cuatro meses desde su primer récord de velocidad cuando el W12 Coupé regresó a Nardó para establecer un nuevo record de velocidad en 200.6 millas recorridas, marcando así el inicio de una historia de éxitos que trajo a la firma germana un total de 12 récords de velocidad.
Desde entonces, Volkswagen no hizo sino mejorar poco a poco sus motores W, y si bien el W12 Concept nunca llegó a ser un modelo de producción, su conceptualización sirvió como base para el desarrollo de otros modelos con este tipo de motores, incluyendo el Touareg W12, al Bentley Continental y, por supuesto, al Bugatti Veyron 16.4.